lunes, 27 de agosto de 2018

0330 Marino haciendo gaseosas

LAS FOTOS QUE ME INSPIRARON.
Durante un tiempo no voy a poner nuevas fotos antiguas. Pero no quiero perder el contacto semanal, de modo que voy a poner cada domingo (y puede que algún otro día suelto) una foto que, cuando la publiqué, me inspiró unos versos más o menos atinados que la acompañarán.
Hoy se trata de una foto publicada en: 30
/03/2017  Marino y su fábrica de gaseosas. Un emprendedor que inventó el autoservicio antes de que nos lo importaran de Estados Unidos y le llamaran "self service".

¡Qué fresquitas las gaseosas
del Caño de Severino!
los sifones y otras cosas
que rellenaba Marino.

Ingenioso precursor
que inventó el autoservicio
con su caja y su abridor
para nuestro beneficio.

Bien sencillo era el invento;
pues, si la sed te acosaba,
la calmaba en un momento
y sólo un real costaba.

Yo apuraba el botellín
de esa gaseosa fresquita,
por el agua del pilón.
No era pillo ni aún pillín,
y pagaba en la cajita
como era mi obligación.

Lástima que algún ratero
le robara las gaseosas
o, entre otras cosas dolosas,
se le llevara el dinero.

Y así acabamos perdiendo:
los honrados, los ladrones,...
pues en estas condiciones
no pudo seguir sirviendo.

Dar de beber al sediento
dice el cura en su sermón
y así Marino, por cierto,
mereció agradecimiento,
y alguna placa o mención.




1 comentario:

  1. Soy Juan José, hijo de Marino.
    Te agradezco el recordatorio de mi padre y del servicio en el "caño de Severino". Un abrazo.

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